Interpretación en manos de "el señor de los conductos tubulares":
Dos, dos partes nutriéndose de una misma semilla de sabiduría. Una de las partes es la que aprendió más y lo comparte con la otra, la cual es quien va a tomar su aprendizaje.
Forman parte de una estupidez que de modo violento trata de irrumpir ese coito de sapiencia.
Ambos digieren sabiduría.